Ambliopía u ‘ojo vago’: qué es y sus síntomas principales

12 de septiembre de 2018

El problema visual más común que encontramos en la infancia es la ambliopía, popularmente conocida como ‘ojo vago’. Esta afectación consiste en que uno de los dos ojos no desarrolla la agudeza visual como debería, sin que haya ningún tipo de daño estructural en el globo ocular.

Aunque supone un gran motivo de preocupación para muchos padres, debes saber que si se diagnostica y trata a tiempo es un problema visual fácil de solucionar. En este post te contamos cómo identificarlo y cuáles son las mejores opciones para remediarlo.

¿Qué lo causa?

El ojo vago se produce cuando existe una mala coordinación entre el ojo y el cerebro a la hora de descifrar las señales ópticas. Esta descoordinación es causada principalmente por problemas refractivos (miopía, hipermetropía, astigmatismo) o por el estrabismo.

¿Cómo detectarlo?

Detectar la ambliopía en el día a día familiar no es sencillo. La forma más rápida y fiable es hacerlo mediante una revisión visual practicada por un óptico optometrista. Tenga la edad que tenga el niño, es aconsejable realizarla una vez al año, pero te recomendamos que acudas a tu oftalmólogo u óptica lo antes posible si notas en tu hijo o hija alguno de estos síntomas:

– Cierra un ojo para enfocar y ver mejor.

– Parpadea en exceso y entrecierra los ojos.

– Se acerca mucho a la televisión, la pizarra, el libro…

– Tiene los ojos rojos y le duelen.

– Sufre dolores de cabeza habitualmente.

– Tiene un ojo desviado hacia fuera o hacia dentro.

Tratamientos

Una vez detectado, la primera medida para curar el ojo vago será prescribir unas gafas para tratar la causa que ha provocado su aparición. Si esto no fuera suficiente, se recurrirá a las oclusiones (aplicación de un parche en el ojo bueno para obligar a trabajar al ojo vago y propiciar su normal desarrollo). Otro posible tratamiento mucho más agradable para el niño es la terapia visual, que consta de sesiones en las que se trabaja para fomentar el desarrollo tanto del ojo vago como del ojo bueno.