El buen tiempo ha llegado para quedarse, y la protección solar es uno de los factores clave a tener en cuenta en esta época del año. Uno de los objetivos de ALAIN AFFLELOU es concienciar sobre la importancia de una buena protección de la vista y para ello queremos desmitificar algunas creencias y evitar así daños acumulativos e irreversibles en los ojos.
España es uno de los países con más días de sol, alcanzando una media de 300 días soleados al año que nos invitan a salir a la calle y a adquirir hábitos de vida y rutinas al aire libre, siendo los niños los que pasan más tiempo fuera de casa. El verano es sinónimo de largas horas al sol y son pocas las personas que toman las medidas necesarias para la protección solar, recayendo en los niños los que menos cuidan su salud visual; tan solo un 2% los que utilizan gafas de sol.
DESMITIFICANDO CREENCIAS SOBRE LA PROTECCIÓN SOLAR
Los niños están exentos de los peligros del sol si están debajo de la sombrilla en la playa o en la piscina. Bajo la
sombrilla se mantiene un 35% de la radiación solar y puede generar el efecto contrario al deseado haciendo que la exposición sea más prolongada y se acumule más radiación UV.
Es suficiente proteger a mi hijo con una gorra. El uso de sombrero o gorra reduce la exposición de los ojos a los rayos UV pero para protegerles mejor de los rayos directos y periféricos es obligatorio el uso de gafas de sol envolventes.
No es necesario utilizar gafas de sol si el día está nublado. En los días nublados, con nubes altas, el índice de UV sólo se atenúa ligeramente a 0,9 en lugar del 1,0 existente cuando no hay nubes o éstas son mínimas. Por lo tanto, los rayos solares pueden causar daños de igual forma.
La exposición al sol en las horas centrales del día son las más peligrosas para la vista. A esas horas, el sol se encuentra en su punto más alto y, aunque sí te quemes la piel, los ojos están más protegidos por la sombra de los párpados. Por el contrario, los principales efectos de la radiación solar sobre la vista se producen al amanecer y al atardecer, el momento en el que el sol está más bajo y sus rayos inciden de manera directa sobre los ojos
A diferencia de la piel, mis ojos no tienen memoria. Los daños causados por los rayos UV en los ojos son permanentes y acumulativos.
Las gafas de sol que compras en la calle protegen igual que las de la óptica. Las gafas de sol no homologadas suponen un grave peligro para la salud visual y no ejercen la protección solar necesaria para los ojos.
