Hace unos años los usuarios de contactología solo contaban con una única opción a la hora de elegir sus lentillas. Sin embargo, hoy en día es posible escoger entre diferentes tipos de lentes de contacto desarrolladas para corregir determinados defectos de la vista.

Las lentes de contacto existentes en el mercado se pueden dividir en diferentes categorías. Hoy nos centramos en la prolongación de su uso para saber qué tipo de lentillas, si las reutilizables o las desechables, son las más adecuadas para cada circunstancia.

Lentillas reutilizables

Las lentillas reutilizables son aquellas que pueden utilizarse en más de una ocasión. Pueden ser de uso semanal, mensual o anual. Dependiendo de su uso recomendado, estarán fabricadas en un material más resistente.

Este hecho supone una gran ventaja para quienes las utilizan a diario, ya que por lo general se mantienen en buen estado durante todo el uso, minimizándose los problemas por rotura. Sin embargo, el tipo de material utilizado para su fabricación, más rígido y firme, puede resultar incómodo para algunas personas.

Las lentes de contacto reutilizables son las más indicadas para los usuarios que utilizan lentes de contacto de forma habitual ya que pueden ser llevadas de manera continuada. Además, su precio es menor que en el caso de las lentes de uso diario.

Por otro lado, hay que recordar que este tipo de lentillas necesitan mantenimiento y limpieza, lo que requiere la adquisición de diferentes productos. Aún así, a pesar de incluir el precio de las soluciones de mantenimiento y los estuches de conservación, el gasto mensual suele ser menor que el asociado a las lentes de contacto desechables.

Lentillas desechables de un día

En los últimos años se han popularizado el uso de las lentillas desechables de un solo día. La clave de su éxito es la comodidad que este tipo de lentes de contacto ofrece al usuario.

Por un lado se trata de un tipo de lentillas hechas con un material más flexible y suave que las reutilizables, algo que atrae a las personas que no las utilizan de manera habitual y que priorizan la comodidad frente a otros aspectos.

Este hecho hace que este tipo de lentillas sean más propensas a romperse. Sin embargo, no se trata de un gran problema ya que su uso recomendado se limita a un único día.

La falta de mantenimiento es otra de las grandes ventajas de este tipo de lentes de contacto. Las lentillas desechables no necesitan del uso de productos adicionales, algo que resulta muy cómodo, sobre todo a la hora de viajar. Por todo ello este tipo de lentes de contacto son la solución ideal si necesitas lentillas de manera ocasional.

¿Qué tipo de lentillas elegir?

Una vez el oculista-optometrista confirme que te es posible utilizar cualquier tipo de lentillas, deberás valorar qué tipo de uso les vas a dar y cuáles son tus prioridades.

Se trata de una decisión muy personal. Si apelas a razones económicas, las lentes de contacto reutilizables son una buena opción ya que ofrecen mayor resistencia y resultan más asequibles para un uso prolongado.

Por el contrario, las lentes de contacto desechables, al ser más flexibles y no requerir mantenimiento ni el uso de otros productos adicionales, son más cómodas y prácticas.

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