Las lentillas son una herramienta muy útil para solucionar los problemas de visión. Mucha gente prefiere utilizar lentillas antes que gafas, ya que les resultan más cómodas y les permiten realizar actividades que con las gafas no pueden hacer, o les resultan más atractivas en cuestiones estéticas.
Pero, a pesar de todas sus ventajas, las lentillas también requieren de unos hábitos de uso que hay que respetar. No solo por su mantenimiento, sino porque, de no tenerlos en cuenta, pueden ocasionar problemas para los ojos y la vista.
Si quieres conocer cuáles son los malos hábitos que tienes que evitar con tus lentillas para cuidar de tu salud visual, aquí te los vamos a explicar.

Cuida la higiene de tus lentillas

Las lentillas están en contacto continuo con tus ojos y un mal cuidado de éstas puede ocasionar graves problemas e infecciones. Lavar las lentillas del modo recomendado por tu óptico es algo esencial, y esto incluye utilizar del modo prescrito los líquidos o soluciones adecuadas para ello, cambiándolos con cada uso y no reutilizándolos nunca.
No debes limpiar en ninguna ocasión las lentillas con agua del grifo ni con saliva. El agua del grifo no es estéril y la saliva tiene muchas bacterias que viven en tu boca pero que pueden ocasionar graves problemas a tus ojos.
Del mismo modo, para manipularlas, tienes que tener las manos limpias y, para ello, no basta con mojarlas con un poco de agua, sino que hay que lavarlas bien con jabón, para eliminar cualquier resto de contaminación.

No duermas con las lentillas

Éste es otro de los hábitos que hay que evitar y que mucha gente olvida. Los riesgos de infección son muy grandes si duermes con las lentillas y, además, hay otras cuestiones que tienes que tener en cuenta.
Por la noche, el flujo de oxígeno en los ojos se reduce y las lentillas absorberán toda la humedad que los párpados proporcionan a los ojos. Esto provocará que te levantes con los ojos muy secos e irritados e, incluso, que las lentillas se hayan pegado a tus ojos y te cueste mucho quitártelas.
Es cierto que hay lentillas que sí están indicadas para usar mientras se duerme, pero solo debes hacer esto si tu óptico así te lo ha indicado.

Respeta los tiempos de uso indicados

Las lentillas pueden ser de uso diario, semanal, mensual o, incluso, más duraderas. Cada una de ellas tiene sus propias características y están pensadas solo para esos periodos de tiempo. Mucha gente, por pereza o por ahorro, alarga el uso recomendado de las lentillas, pero esto es muy arriesgado.
Si prolongas el periodo de uso recomendado de tus lentillas, puedes provocar que tu ojo se reseque o se irrite con mayor facilidad y estás cogiendo más papeletas para una infección que te ocasione problemas de visión graves.

No te bañes con lentillas

Y con esto no nos referimos solamente a no bañarse en la playa o en la piscina, sino también a quitarlas en casa a la hora de darse una ducha. Las lentillas pueden absorber con mucha facilidad todo lo que entra en contacto con ellas y esto, de nuevo, es una puerta abierta a irritaciones e infecciones que pueden afectar a tu salud visual.

No compartas las lentillas

Aunque tengas un momento de urgencia y un amigo o un familiar tenga la misma graduación que tú, esto es muy peligroso. Los riesgos de infección por compartir las lentillas son enormes. Por eso, es mejor no utilizar lentillas, por mucho que las laves, antes que compartirlas con otra persona.
Esperamos que estos consejos sobre los hábitos de uso de las lentillas te hayan sido de utilidad y te ayuden a concienciarte sobre los riesgos que pueden conllevar las malas prácticas con ellas. Recuerda, lo primero es la salud y, si tienes alguna duda o problema con tus lentillas, lo mejor es que consultes con tu óptico.