En ALAIN AFFLELOU somos conscientes de que el sol es fuente de vida, y también sabemos que puede dar lugar a problemas de salud. Estamos muy concienciados de cuidar la piel con protector solar o de la importancia de usar gorras en verano, pero no es habitual que los padres se preocupen por proteger del sol los ojos de sus hijos, sobre todo cuando son pequeños.

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Sin embargo, son ellos los que están expuestos a un mayor riesgo, ya que sus sistemas oculares están menos desarrollados y reciben más radiación solar que los adultos. Los adultos contamos con un sistema de protección natural frente a los rayos UV; nuestra córnea, pupila y cristalino actúan como filtros naturales, ayudados por párpados y cejas para proteger la parte más sensible de nuestro ojo: la retina. Pero esta protección no es totalmente efectiva en los niños, ya que sus ojos están menos preparados para protegerse que los de un adulto.

Consecuencias irreversibles

Una protección inadecuada puede provocar lesiones a largo plazo, a pesar de que los síntomas no se manifiesten inmediatamente. Las lesiones agudas más comunes son queratitis solar y quemaduras retinianas, y las crónicas son pterigium, cataratas y además, el sol es un importante factor de riesgo  en el desarrollo de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE). En los más pequeños suelen producirse las agudas con más frecuencia.

En el caso de los niños con los ojos claros, son más propensos a tener molestias ante la alta luminosidad, por lo que han de tomar especiales precauciones con ellos. Si no protegen sus ojos correctamente de sol pueden sufrir fotofobia.

Las primeras gafas de sol del bebé

Hemos de recordar que los bebés menores de seis meses no deben exponerse a los rayos de sol. Es fundamental, dejar al bebé siempre a la sombra y con una crema solar, camiseta y gorro, nunca bajo la sombrilla, ya que puede dejar pasar un 30% de las radiaciones solares.

Entonces, ¿a qué edad deben utilizar gafas de sol los niños? No hay una respuesta correcta, pero en líneas generales se recomienda que los niños lleven gafas de sol a partir de los seis meses de edad. Es fundamental que las gafas de los niños, al igual que la de los adultos, estén homologadas. Las gafas no homologadas suponen un grave peligro para la salud visual.

Las gafas de sol deben llevar la marca CE, filtrar el 100% de la radiación ultravioleta y no distorsionar los colores. Debemos adquirirlas en establecimientos sanitarios y jamás emplear unas gafas de juguete para proteger los ojos del bebé o niño a montura de las gafas deberá ser de goma, para evitar que le bebé se pueda hacer daño jugando o en caso de golpe.

Reglas básicas para el verano

  • Evita que los niños se expongan al sol en las horas de máxima intensidad (entre las 12 y las 16 horas)
  • Protégeles siempre con una gorra, camiseta y gafas de sol
  • Asegúrate de que beben agua frecuentemente para mantener una correcta hidratación
  • Utiliza protección solar no solo en la playa, sino en cualquier actividad al aire libre
  • No lleves a un bebé menor de 6 meses a la piscina ni a la playa