Nos gusta estar morenos, tener un bronceado bonito, disfrutar en la orilla del mar o de un momento de relax bajo la fresca sombra del chiringuito, pero las horas bajo el sol pueden pasarnos factura. ¿Sabías que, al igual que puedes tener cáncer de piel, puedes tener cáncer ocular? Este tipo de melanoma es un tipo de cáncer que se desarrolla de igual manera que un melanoma en la piel, y, además, es la causa de cáncer en el ojo más común entre adultos.

Difícil detección

El principal problema de este tipo de cáncer es que es difícil de detectar porque no genera síntomas. La mayoría de los melanomas se detectan de forma casual en un examen ocular, por eso es importante acudir frecuentemente a una revisión visual con un óptico-optometrista, sobre todo si pasamos mucho tiempo al sol.

Tratamiento

Dependiendo del tipo de melanoma el tratamiento será diferente, pero en general consiste en un tratamiento quirúrgico para extirpar el melanoma o mediante el uso de radiación para eliminar la tumoración. Será el profesional de la salud quien oriente al respecto en función de las necesidades de cada paciente.

Mejor prevenir

Para descender el riesgo de sufrir esta enfermedad es imprescindible el uso de unas gafas de sol homologadas con filtro UV de forma diaria, pero sobre todo en situaciones en las que estemos más expuestos al sol, como puede ser en la playa, en la nieve, en nuestras salidas al campo, o incluso en los días soleados en la ciudad. Pero recuerda que en los días nublados también los rayos de sol son perjudiciales y llegan al ojo. Por ello llevar nuestras gafas de sol siempre con nosotros es el mejor seguro de salud para nuestros ojos.