Una de las dudas más extendidas cuando vamos a hacernos unas gafas a la óptica es, ¿es posible que me cambie rápido la graduación? Y si es así, ¿qué puedo hacer?
Aunque lo normal es que nuestra graduación se mantenga estable durante 1 o 2 años al menos, hay factores y situaciones que pueden acelerar un cambio de graduación de la vista en un periodo más corto de tiempo. ¿En qué momentos puede ocurrir esto? Aquí os enumeramos algunos de ellos:
- En el caso de las embarazadas, es habitual que haya que modificar la graduación en pocos meses y, en muchos casos, varias veces al año.
- En los casos de hipermetropía la tendencia es a empezar con graduaciones elevadas hasta que el ojo termine de desarrollarse, en ocasiones suele ir asociada a estrabismos y problemas acomodativos que van mejorando con el tiempo, y la graduación baja progresivamente.
- En el caso de miopía suele ocurrir lo contrario, es normal que en un niño miope tienda a aumentar su graduación, debido al crecimiento del ojo y las condiciones externas como el trabajo continuado en cerca.
- Existen otras situaciones en las que simplemente los niños tienen una graduación elevada y se les comienza poniendo menos graduación de la vista para que se vayan acostumbrando y vamos subiendo de manera progresiva.
- Durante el embarazo, las mujeres experimentan una serie de cambios que pueden influir en su graduación. Por un lado, al igual que tienen retención de líquidos en todo el cuerpo, también la tienen a nivel ocular, lo que puede provocar molestias al acomodar o enfocar. Por otro lado, experimentan una serie de cambios hormonales que, sobre todo en las últimas semanas de embarazo, pueden influir en la graduación. Estos cambios no son graves y no tienen por qué afectar a todas las embarazadas.
- Determinados medicamentos pueden influir en la acomodación y en algunos cambios provocar cambios refractivos, modificando la graduación. Estos medicamentos suelen ser ansiolíticos, antidepresivos, relajantes, tratamientos para la tiroides, terapias para tratar el cáncer, etc. No siempre tienen por qué generar cambios de graduación de la vista, pero es importante informar al optometrista si está tomando algún medicamento o está bajo algún tratamiento médico.
- Algunas personas con hiper o hipotiroidismo no controlados pueden tener cambios de graduación más constantes hasta que se consigan estabilizar sus niveles hormonales.
- Una diabetes descompensada va a afectar a la salud ocular y sobre todo a la retina, llegando a desencadenar la Retinopatía Diabética, que puede llegar a provocar pérdida de visión irreversible. El primer signo de esta patología es un edema en la parte central de la retina, lo que puede provocar cambios de graduación en periodos cortos. La hipertensión arterial no controlada también puede afectar a la retina, por lo que por un lado es muy importante tener controladas ambas enfermedades para evitar complicaciones a nivel ocular. Por otro lado, tanto los antidiabéticos como los antirrítmicos pueden afectar a la graduación, así que debemos informar al optometrista si tenemos alguna de estas patologías y el tratamiento que seguimos.
- Es normal que aquellas personas que están en desarrollando una catarata, experimenten cambios de graduación de la vista, cuya progresión está determinada por la velocidad de desarrollo de la catarata y el estadio en el que se encuentre. Una vez que se realiza la cirugía de cataratas, la graduación volverá a cambiar de nuevo.
- Jóvenes présbitas que comienzan a notar síntomas de visión cansada de cerca. Estas personas pueden notar que durante los primeros años de presbicia, los cambios de graduación son más continuos.
Estas son las condiciones más comunes en las que pueden ocurrir cambios de graduación en cortos periodos de tiempo, pero puede tener lugar en otras situaciones. Por este motivo, es muy importante que al realizar un examen visual completo, nos aseguremos de informar al optometrista de cualquier dato acerca de nuestra historia médica y ocular.
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