Ahora que llega el verano, también llegan los días más largos, con más luz y, sobre todo, con un sol más deslumbrante. Por eso, tal vez ahora estés planteándote hacerte con unas gafas de sol, o reponer las que ya tienes y sustituirlas por unas que estén más de moda y actualizadas.
Sabemos que hay muchas gafas de sol y que cada vez que vas a la óptica te puedes ver abrumado por la cantidad de opciones que hay. No te preocupes, no es tan complicado, y lo será mucho menos con esta magnífica guía para elegir tus gafas de sol que te dejamos aquí.
¿Por qué usar gafas de sol?
Lo primero de todo, tienes que tener claro que vas a hacer uso de tus gafas de sol. Esto tampoco es difícil, ya que lo lógico es que la luz potente del sol te deslumbre o te moleste en algún momento, más aún si pasas mucho tiempo en el exterior, si estás de vacaciones o si practicas algún deporte.
También tienes que saber que las gafas de sol no son solo para el verano y, por supuesto, tampoco son puramente estéticas. De hecho, son muy recomendables para todo tipo de usuarios, ya que protegen los ojos de los rayos ultravioleta, los cuales pueden afectar a la retina y la córnea en casos de exposición prolongada.
Y aunque durante los días más nublados del otoño y el invierno te parezca que no hay mucha luz, estos rayos siguen llegando a tus ojos, por lo que no es mala idea que también las uses durante estas épocas del año.
Pero su uso no es solo necesario para la salud de tus ojos, sino incluso para tu propia seguridad. Piensa que, si no ves completamente bien porque el sol te deslumbra, puedes tropezar y caerte, chocar con algo o, si vas conduciendo, sufrir un accidente de tráfico.
¿En qué fijarte al comprar las gafas de sol?
Lo más importante es que las gafas tengan la homologación «CE», que es el indicativo de que cumplen con los estándares de la Comunidad Europea y, por lo tanto, su uso resulta seguro.
El color de la lente también puede ser importante, aunque la mayoría de las gafas de sol son verdes, marrones y azules. Las que ofrecen una mayor comodidad suelen ser las verdes, aunque esto también depende de las personas.
También hay lentes con filtros de otros colores, como el amarillo, que son especiales para la conducción nocturna.
En cuanto a la categoría de los filtros, éstos se clasifican con números del 0 al 4, siendo el 0 el filtro más suave y el 4 el que bloquea la mayor cantidad de luz. Para un uso cotidiano y urbano, los filtros más habituales son los de categoría 0, 1 y 2. Los filtros más altos suelen dedicarse a lentes especializadas para deportistas de alta montaña, de mar, o para la conducción.
¿Qué otros tipos de lentes puedo poner en las gafas de sol?
A la hora de comprar unas gafas de sol también encontramos opciones como las lentes polarizadas, las fotocromáticas o las lentes de espejo. Las primeras son las recomendadas para su uso en escenarios de alta montaña o en el mar, ya que bloquean gran cantidad de la luz del sol.
Las lentes fotocromáticas, por su parte, son las indicadas para personas que no quieren cambiar de gafas y que las quieren usar en interiores y exteriores, ya que se adaptan a los cambios de luz. Se puede decir que, hoy en día, son bastante eficaces, aunque no protegen tanto como unas gafas de sol.
Además de éstas, también hay lentes de policarbonato, que son especialmente resistentes a los golpes, por lo que suelen ser las recomendadas para los deportistas y gente que se mueva más.
Por último, y muy de moda últimamente, encontrarás las lentes de espejo, que consiste solo en un tratamiento estético que evita que se vean los ojos de las personas que usan las gafas y, realmente, no afecta a la visión.
¿Son importantes las monturas en las gafas de sol?
Las monturas tienen su importancia a la hora de elegir unas gafas de sol. Por supuesto, mucha gente elige sus monturas en función de su estilo y de la estética, lo cual es fundamental, ya que hay que estar cómodo con las gafas que se llevan.
Pero también hay que tener en cuenta que el tipo de montura puede afectar a la protección. Hay monturas demasiado finas y pequeñas que no protegen de la luz solar de un modo eficaz, ya que permiten que los rayos pasen por los laterales y afecten al ojo del mismo modo que si no se llevaran las gafas.
