Es indiscutible que hoy en día el ordenador forma parte de nuestras vidas y nos pasamos gran parte de nuestro tiempo mirándolo fijamente. Los menores de 30 años pasan 10,5 horas diarias delante de una pantalla. Esta cifra es de 9 horas entre los 31 y 60 años y de 3 en mayores de 60 años.
Esto supone un esfuerzo visual elevado que puede llegar a afectar tanto a la calidad de visión como a la comodidad de nuestros ojos, más aún si somos usuarios de lentillas. Los síntomas oculares más comunes debidos al uso prolongado de ordenadores son:
- Sequedad e irritación ocular
- Ojos rojos
- Presión o cansancio en los ojos y alrededor de los mismos
- Visión borrosa o dificultad de enfoque de lejos a cerca y viceversa
- Sensibilidad a la luz
- Dolor de cabeza
- Dolor de cuello, espalda y extremidades
¿A qué se deben estos síntomas? El uso de ordenador provoca una serie de efectos a nivel ocular que acaban provocando los síntomas anteriores. El efecto ocular principal es la disminución de la frecuencia de parpadeo (hasta en 5 veces), lo que influye directamente en la estabilidad lagrimal (adelgazamiento más rápido de la lágrima, formación de puntos secos y mayor área de exposición de la superficie ocular). Además el ángulo de mirada es mayor que en otras tareas de cerca, el parpadeo suele ser incompleto y anómalo, todo ello puede aumentar el riesgo de ojo seco, siendo aún mayor en los usuarios de lentillas.
Para reducir estos efectos y, por tanto, los síntomas asociados, basta con seguir unas sencillas pautas a la hora de utilizar el ordenador:
- Corrección adecuada: es importante realizar revisiones periódicas para asegurarnos de que llevamos la corrección adecuada. Aquellas personas con astigmatismos mayores de 0,75D deben llevarlo corregido en sus lentes de contacto ya que de lo contrario pueden desarrollar más los síntomas. Lo mismo ocurre con los présbitas que no llevan corregida su vista cansada y usa su graduación de lejos para el ordenador. Para ellos existen lentillas multifocales que corrigen su graduación a todas las distancias.
- Elección acertada de la lente de contacto, tanto en geometría (esféricas, tóricas para corregir astigmatismo o multifocales para la presbicia) como en material. Es imprescindible utilizar una lente de contacto que tenga una buena hidratación y no se seque fácilmente a lo largo del día.
- Reducir al máximo reflejos. Para ello hay que evitar en la medida de lo posible colocarse frente a una ventana donde no haya sombra, ya que los reflejos de la ventana pueden afectar a la visión correcta del monitor, llegando a causar estrés ocular. Mantén una buena iluminación de la sala y ajusta el brillo de la pantalla.
- Postura correcta: debemos colocarnos de tal manera que nuestros ojos estén a la altura del borde superior de la pantalla y no más bajos, la distancia de trabajo debe ser superior a 50 cm y la espalda y los pies han de estar bien apoyados para evitar posturas forzadas.
- Realiza descansos cada 20-30 minutos para relajar la acomodación del ojo y busca un puto lo más lejano posible y dirige hacia allí tu mirada para evitar las fatiga visual.
- Parpadear con frecuencia para ayudar al ojo a restaurar la película lagrimal y evitar que la lentillas se seque.
- Utiliza lubricante o lágrima artificial. Si pasas demasiadas horas delante del ordenador y los síntomas de sequedad no remiten, pregunta en tu óptica sobre el uso de estos productos, notarás un gran alivio. Un consejo: guarda las gotas en la nevera y úsalas frías.
- Hidrátate también por dentro y bebe mucha agua. Debemos mantener nuestro cuerpo con una buena hidratación.
- Si estás tomando algún medicamento, coméntalo en la revisión ocular o consúltalo con tu farmacéutico, ya que hay determinados medicamentos que pueden provocar sequedad ocular y ésta verse incrementada en usuarios de lentes de contacto.
- Deja que tu óptico-optometrista te asesore y te de las mejores recomendaciones para tu caso particular.
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