Las lentes de contacto son una excelente opción para esta época del año por la comodidad y seguridad que proporcionan, siempre y cuando se usen correctamente. Si este verano has enfudado tus gafas graduadas, ¡mucha atención a este post!
Quienes presentan algún defecto de refracción pueden encontrar en las lentes de contacto su compañero de viaje perfecto, ya que, además de proporcionar la calidad de visión que se necesita, resultan muy cómodas para realizar cualquier actividad, y aportan más seguridad que ciertas gafas a la hora de practicar deportes propios de esta época. Sin embargo, para que su utilización solo aporte ventajas, hay que tener en cuenta ciertos aspectos de mantenimiento, higiene y utilización.
Lleva unas de repuesto
Cuando preparamos un viaje en el que vamos a estar unos días fuera de casa, tenemos que preocuparnos por algo más que llevar las lentes de contacto puestas porque, además de estas, debes meter en la maleta otro juego de repuesto. Junto con ellas no pueden faltar los líquidos de mantenimiento como medida de prevención por si en nuestro destino no encontramos lo que utilizamos.
Por otro lado, aunque tengas pensado usar lentes de contacto, también debes llevar unas gafas graduadas para que puedas combinar su utilización, o por si algún motivo no puedes usar lentes de contacto, y, por supuesto, unas gafas de sol para proteger tus ojos.
De viaje
Si vas a viajar en avión no olvides quitarte las lentes antes de subir porque el ambiente en la cabina es muy seco, lo que puede provocar alguna molestia en el ojo. Esta medida de prevención cobra aún mayor importancia si has madrugado mucho o vas a pasar la noche o vas a pasar la noche en el avión porque seguramente te quedes dormido, así que mejor quitártelas antes para evitar dar cabezadas con ellas puestas.
En el caso de que decidas viajar con ellas puestas, resulta recomendable una botellita de gotas humectantes para evitar la sequedad. Junto con las gotas, mete en tu bolsa de mano las lentes de contacto, el estuche y la solución de mantenimiento por si acaso se pierde tu equipaje durante el viaje, al llegar a tu destino no te quedes sin ellos.
Por último, ten en cuenta que la presión que se crea en la cabina del avión puede provocar fugas en los botes de los líquidos de mantenimiento, así guárdalos protegidos en una bolsa y sin objetos que no se puedan mojar.
Cerca del agua
Cuando vamos a pasar las vacaciones o nuestros momentos de ocio en la playa o en la piscina, debes tener en cuenta los siguientes consejos:
- Nada con gafas acuáticas si te dejas puestas tus lentes de contacto, para evitar que los ojos entren en contacto con el agua.
- No debes quitarte las lentes de contacto en cuanto salgas del agua. Espera unos 30 minutos, para que la lente se vuelva a hidratar correctamente con la lágrima, con la finalidad de que recupere su movilidad en el ojo antes de la extracción.
- Para proteger los ojos tanto del sol, como de la arena u otras partículas que pueden entrar en el ojo, ponte también gafas de sol.
La higiene adecuada
- Nunca uses agua del grifo para limpiar las lentes, ni ningún otro producto que no te haya prescrito tu óptico-optometrista.
- Después del baño y de esperar el tiempo adecuado, quítate las lentes y enjuágalas con la solución adecuada para eliminar los posibles gérmenes que hayan podido llegar a ojo a través del agua.
- Confirmar que el portalente se queda seco, puedes quitar el exceso de solución con una toallita.
- Si vas a practicar algún deporte, o sudas bastante, usa gorras o cintas en la frente para evitar que el sudor entre en los ojos, ya que puede contener bacterias.
- En ambientes muy secos, así como el aire acondicionado puede provocar que las lentes de contacto nos molesten. Para evitarlo, pregunta a tu óptico-optometrista por el uso de gotas humectantes.
Este verano ¡atrévete a quitarte las gafas! y disfruta de una visión perfecta con tus lentillas. Si te decides, acude a tu óptica ALAIN AFFLELOU más cercana y te ayudaremos a elegir las lentillas perfectas para ti 🙂
