¡Marruecos es un lugar lleno de sorpresas!
Tercer y último día de viaje antes de comenzar las graduaciones. Para llegar al sur de Marruecos, atravesamos el Atlas, la gran cordillera del norte de África. Antes hicimos una parada puntual a la salida de Meknes para comprar pan y agua en las tiendas locales, en las que a los habitantes locales les encanta hablar con los turistas.
Ya metidos en la carretera sinuosa que subía el Atlas, llegamos al “puerto de los monos”, una zona situada en el Parque Nacional de Ifrane. Sorprendía ver la gran cantidad de monos salvajes que había y la capacidad que tienen de interactuar con los humanos.
Es increíble la variedad de paisajes que estamos viendo a lo largo de estos días. Hoy pasamos del verde primaveral al inicio de la etapa al bosque profundo lleno de vida tanto animal como vegetal, para terminar entrando, tras superar la gran cordillera del Atlas, en un paisaje totalmente diferente, muy vasto y seco. Es por ello que nos pareció mágico ver el gran oasis del Valle del Ziz, un enorme palmeral lleno de vida y vegetación. En definitiva… ¡Marruecos es un lugar lleno de sorpresas!
Ya entrando en Erfoud, nuestro destino de hoy, hemos visto a lo lejos las impresionantes dunas de fina arena y su color anaranjado. Pero no nos hemos entretenido mucho; hemos querido llegar al hotel, descansar y recargar las pilas para mañana empezar nuestro primer día de revisiones.
