El Desierto de los Niños: Un viaje para recordar

10 de abril de 2019

Ya se acerca el día y estoy emocionada por lo que me espera. Llevo días sin poder pegar ojo. Me he atrevido, me he lanzado a la aventura, estoy decidida a ofrecer mis conocimientos a aquellos que no tienen oportunidades. ¡Este año al fin lo haré!

Siempre he sentido que podía hacer cosas increíbles por los demás, pero nunca he sabido cómo. Un día llegó a mi poder la información de un viaje a Marruecos cuyo cometido era realizar revisiones visuales y proveer de gafas a personas que no tienen posibilidad de acceder a ellas. Como óptica, me dije ¡es perfecto para mí! Pero no me atreví a dar el paso hasta unos años después. Realmente era lo que buscaba y, al fin, me decidí a hacerlo.

Y… así, casi sin pensarlo, me embarqué a El Desierto de los Niños 2019 junto con la Fundación ALAIN AFFLELOU.

Ahora que el día de embarque se aproxima, estoy inquieta y emocionada. Creo que va a ser el viaje de mi vida. Por suerte, en el pasado he podido hacer muchos viajes, pero ninguno como este.

Os pongo en situación. Me voy con 5 ópticas que trabajan igual que yo en ALAIN AFFLELOU y nos acompañará también el delegado de ALAIN AFFLELOU en el norte de África Abdelaziz Idhammou que hará de cicerone e interprete para poder comunicarnos con las gentes del lugar. ¡Gracias Abdel! Sin ti sería mucho más complicada la aventura.

África, un terreno virgen para las revisiones oftalmológicas

Hace unos días recibí el itinerario de esta aventura y, para los que os entusiasma África, como a mí, seguro que os pongo los dientes largos. ¿Qué se puede pedir más que ayudar conociendo nuevas gentes y culturas? Es todo un trabajo antropológico y oftalmológico a la vez . Mis dos grandes pasiones.

Seguro que los que habéis leído el subtítulo de esta parte de mi texto, os habréis quedado sorprendidos. ¿Cómo puede ser que aún haya sitios en los que no conocen a un óptico? Pues sí, hay personas que jamás se han hecho una revisión visual. Y no porque no quieran o vean bien, sino porque los lugares donde viven están en lugares remotos, de difícil acceso.

En mi viaje, voy a conocer a estas personas porque por primera vez en los 10 años que la Fundación ALAIN AFFELOU realiza esta aventura, nos dirigiremos a esos pueblos vírgenes en lo que respecta a las revisiones visuales. Será la primera vez que se hagan un examen visual. Iremos mis compañeros y yo con nuestros bártulos y examinaremos posibles deficiencias en su visión para enviarles posteriormente unas gafas con su graduación correspondiente. ¡Un gran reto para mí!

Lugares recónditos, lugares bellos

Soy de personalidad curiosa, no puedo evitarlo. Y he investigado un poco sobre los lugares que voy a visitar. Sobre todo, me interesa hablaros de aquellos enclaves apartados de nuestra forma de ver la vida, que están infinitamente lejos de entender todas las frustraciones absurdas de nuestro mundo civilizado.

Boumalne Dades (campamento en el desierto)

Aunque nos vamos el día 12 de abril, nuestros primeros destinos son de sobra conocidos por todos; Tanger y Marrakech. Nada que se salga de lo normal en un viaje a Marruecos.

La aventura real comienza el día 15 de abril cuando nos dirigimos a Boumalne Dades. Este pueblo está situado a los pies de la vertiente sur de la cordillera del Atlas y está nada menos que a 1400 metros de altitud.

El color ocre de sus casas y los impresionantes desfiladeros y gargantas hacen del paraje un lugar digno de admiración. Aunque no lo sé seguro, según mis investigaciones de aventurera novata, es posible que tengamos que ir por la carretera local R-704 que para que os hagáis una idea os pongo una foto de alguno de sus tramos…

Adivino que, aunque no vayamos a ir por esa carretera, (¡ojalá que sea así!), la biodramina será imprescindible para salir airosa debido a la altitud en la que se encuentra Boumalne. Después de las revisiones visuales, dormiremos en un campamento en el mismo pueblo.

Trafaourte

¡Cuántas veces he oído hablar de la cultura bereber! Una forma de vivir única alejada de lo que consideramos imprescindible hoy en día; sin tecnología, ni calefacción para los gélidos días de invierno en esas latitudes, sin agua corriente y anclada en el origen de los tiempos. El día 16 de abril, podré conocer su forma de vivir en Trafaourte.

Aunque esta forma de vida la repudiemos con nuestra mente occidental, hay un halo de libertad en ese retorno a la esencia humana que es indiscutible. Sin embargo, los avances médicos y científicos son también necesarios allí, y por ello, estaremos realizando revisiones visuales a todo el que quiera y regalando gafas a los que las necesiten. Allí también necesitan nuestra ayuda.

Merzouga

El mismo día 16 nos dirigiremos a Merzouga, una pequeña población en los alrededores del desierto del Sahara. Dunas, arena, sol, camellos… todo lo típico que os podáis imaginar podremos experimentarlo en esta escala del viaje donde pasaremos la noche.

Estas zonas donde incide el sol especialmente son letales para la visión. Aunque nuestros ojos tienen mecanismos naturales de protección contra los rayos de sol, no son suficientes y las gafas de sol son una medida de protección adicional necesaria. Sin embargo, la escasez de recursos provoca que las gafas de sol sean inexistentes en esas zonas. ¡Precisamente donde más se necesitan! Años de exposición al sol, sin ninguna protección, provoca de una manera más frecuente problemas visuales serios como quemaduras oculares, pterigión, cataratas e incluso tumores.

Por eso, nuestra labor es tan importante en esas zonas. Y además de las revisiones visuales y las gafas graduadas, en nuestro equipaje también incluiremos gafas de sol para regalar. Tan preciadas y necesarias en ese mundo tan hostil.

Erfoud, ciudad de película

Erfoud es una ciudad que se sitúa en un oasis del desierto del Sahara. Es conocida por ser un lugar donde varias películas como La Momia (1999) se han rodado. Su belleza lo hace un lugar perfecto para el 7º arte.

Además, como curiosidad, también se ha utilizado este paraje para que agencias espaciales recrearan el planeta Marte, por sus similitudes en aspecto con el planeta rojo.

A Erfoud llegaremos el día 17 por la noche y el día siguiente revisaremos la vista a toda la gente que viene de los pueblos de los alrededores. Todas las ediciones anteriores de El Desierto de los Niños han hecho escala en esta ciudad, pero es un nunca acabar, año tras año se acerca gente nueva para revisar.

Haremos noche de nuevo en Erfoud para dirigirnos a Nador donde el día 19 embarcaremos de vuelta.

Mi bitácora

Quiero vivir intensamente este viaje, estar atenta a todos los detalles, conocer a las gentes del lugar, los paisajes, convivir con mis compañeros de aventura y hacer una fotografía mental de todo para que no me olvide de esta experiencia jamás.

Mi bitácora se publicará en este espacio… ¿me acompañas en mi viaje?

Firmado: Una Óptica Aventurera