Si tu hijo es muy inquieto, no para un segundo y parece distraerse en sus tareas escolares, un diagnóstico de hiperactividad parece obvio. Sin embargo, estos comportamientos pueden deberse en realidad a problemas de visión. Entender y detectar la diferencia es fundamental para obtener un diagnóstico preciso.
Los trastornos de la visión a veces se reflejan en el niño con unos síntomas muy similares al trastorno por déficit de atención o hiperactividad. En algunos casos, los niños son diagnosticados incorrectamente y comienzan a tomar medicamentos, aunque los problemas de visión son la verdadera raíz del problema.
Estos niños que tienen problemas de visión normalmente evitan leer o desarrollan comportamientos negativos ante la ejecución de las tareas porque su mala visión les dificulta realizarlas. El esfuerzo adicional necesario para enfocar y procesar la información visual puede, además, provocar cansancio y dolores de cabeza. Al final, es más fácil apartar la vista de sus tareas, o distraerse.
Tomar notas en clase implica cambiar el enfoque de los ojos de la pizarra al papel, y esto es difícil para los niños con déficit de visión funcional. Puede que sólo cuenten con un breve período de tiempo en el que puedan completar su trabajo antes de que empiecen a sentirse cansados.
Es por eso por lo que se dan prisa en realizar las tareas para evitar la visión borrosa o doble, los dolores de cabeza y la fatiga ocular. Esa velocidad al ejecutar sus deberes ocasiona que cometan errores por descuido debido a la falta de atención a los detalles.
¿Qué debes hacer si no sabes si tu hijo tiene hiperactividad o simplemente necesita gafas?
Los expertos recomiendan que el niño sea evaluado por un especialista de la visión, y que también se estudie la posibilidad de que sea hiperactivo.
¿Hiperactividad o un problema de visión? El asunto no es blanco o negro. A través de una prueba funcional de la visión, los médicos pueden determinar si alguno de los problemas de un niño se debe a una visión deficiente.
Es importante que los padres se den cuenta de que los niños con visión deficiente también pueden tener problemas de atención y ambas condiciones requieren diagnóstico y tratamiento.
A continuación, enumeramos algunos signos relacionados con problemas en la visión, muchos de los cuales son similares a los síntomas de la hiperactividad:
1.- Luchas para conseguir que lean y/o escriban a pesar de ser niños despiertos.
2.- Se tapa un ojo al leer
3.- Desarrolla malos comportamientos en clase, o no puede quedarse quieto
4.- Resultados deficientes en los exámenes, a pesar de conocer la teoría.
5.- Necesita mucho tiempo para completar las tareas.
6.- Mantiene la atención durante muy poco tiempo.
7.- Habla mientras el profesor imparte la clase y distrae a otros estudiantes.
8.- Se pierde mientras lee, ve doble, se salta líneas o palabras
9.- Descuida los trabajos, cometiendo errores frecuentes
10.- Trabaja muy bien al principio de la tarea, pero no puede llegar hasta el final debido al cansancio y la ansiedad.
Desde la Fundación ALAIN AFFLELOU insistimos en la importancia de la detección temprana de los problemas visuales en los niños para garantizar su correcto desarrollo cognitivo y una buena evolución escolar. No esperes a hacer una revisión oftalmológica a tus hijos, muchos problemas si se cogen a tiempo ¡tienen solución!