La exposición solar recibida antes de los 5 años es un factor de riesgo para desarrollar enfermedades oculares

30 de junio de 2010

Los ojos de los niños son más vulnerables a los efectos nocivos del sol, especialmente durante los cinco primeros años de vida. Esta es una de las principales conclusiones que se extraen del informe realizado por la Fundación Alain Afflelou, en colaboración con el Doctor Carlos Beckford, Médico Oftalmólogo del Hospital Universitario Príncipe de Asturias.

El sol nos proporciona gran parte de la energía necesaria para la vida, concretamente es imprescindible para sintetizar determinadas vitaminas como la Vitamina D, necesaria para fijar el calcio en nuestros huesos. No obstante, según el Doctor Beckford, Médico Oftalmólogo especialista en retina del Hospital Universitario Príncipe de Asturias: “el exceso de exposición solar puede producir cambios patológicos tanto en nuestra piel como en nuestro sistema ocular”.

Por ello, la Fundación Alain Afflelou quiere sensibilizar a la sociedad de la importancia de proteger principalmente a la población infantil frente a los rayos solares, especialmente en países como España en los que se produce una alta exposición al sol. El ojo del niño es más indefenso que el del adulto, ya que el cristalino no alcanza su nivel máximo de filtración de las radiaciones ultravioleta hasta la edad de 30 años. Entre el 50 y el 80% de la exposición solar de toda la vida se da antes de los 18 años por lo que es necesario que los niños vayan perfectamente equipados para protegerse de las radiaciones solares.

“La exposición solar, especialmente la recibida en los primeros 5 años de vida, parece tener una relación directa con la aparición de algunas enfermedades como el pterigion, que en ocasiones produce opacidad corneal”, afirma el Doctor Beckford.

Del mismo modo, “otras enfermedades como la catarata, primera causa de ceguera reversible en el mundo, o la degeneración macular, primera causa de ceguera en la población de más de 60 años, pueden estar también relacionadas con una excesiva exposición al sol en las primeras décadas de la vida”, sostiene el Doctor Beckford.

El actual ritmo de vida, principalmente en verano y especialmente en el caso de la población infantil que realiza más actividades al aire libre, hace que los niños estén expuestos prolongadamente al sol en la época en el que la reverberación es más intensa.
Por ello, para Nuria Illán, Óptico de ALAIN AFFLELOU: “es muy importante fomentar la protección solar mediante sombreros y gafas de sol con filtros adecuados, ya que de este modo se  puede disminuir el riesgo de padecer algunas patologías oculares”. Y además, insiste también en la necesidad de que las gafas de sol infantiles, al igual que las de los adultos, estén homologadas ya que “las gafas no homologadas suponen un grave peligro para la salud visual”.

Buenos consejos para proteger los ojos este verano

Para evitar estas lesiones en los más pequeños, la Fundación Alain Afflelou recomienda:

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  • Uso de sombrero y gafas de sol siempre que los niños vayan a estar en contacto con el sol. Según la OMS, entre las 10 de la mañana y las 14 horas de la tarde recibimos el 60% de la radiación UV diaria.
  • Nunca, ni siquiera con protección, exponerlos al sol entre las 12 y las 16 horas.
  • En la playa es aún más prioritario proteger los ojos del sol ya que la arena blanca refleja hasta el 15% de la radiación solar.
  • No exponer al sol directamente a los niños menores de 12 meses.

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