Campaña de Salud Visual Infantil para detectar el “ojo vago”: su tratamiento es decisivo para el futuro del niño

1 de octubre de 2007

Arranca la Campaña de Salud Visual Infantil que pone en marcha la Fundación ALAIN AFFLELOU, junto con la Fundación Antena 3, la Fundación Jorge Alió y la Fundación Solidaridad Carrefour, conscientes de la importancia del cuidado de la visión en los más pequeños.
La Campaña intenta descubrir a tiempo una dolencia como la ambliopía u “ojo vago”, cuya detección precoz determina el éxito en su tratamiento. Por ello, del 1 al 31 de octubre, en todas las ópticas ALAIN AFFLELOU, se revisará la vista a todos los niños entre 5 y 7 años para derivar a los afectados al oftalmólogo y garantizar su correcto tratamiento. Además, si durante la revisión se les descubre algún problema visual, se les regalarán las gafas adaptadas a su graduación.

“El papel del óptico en esta campaña consiste en facilitar la revisión de la vista a los niños y detectar posibles síntomas relacionados con la ambliopía o con problemas visuales que deban ser tratados por un oftalmólogo”, explica Jesús Muñoz, óptico-optometrista de ALAIN AFFLELOU.
La ambliopía, conocida como “ojo vago”, es la pérdida de visión en uno o los dos ojos causada por un defecto en la formación de la visión durante la edad infantil. Aproximadamente un 2,5% de la población mundial sufre ambliopía, lo cual, en España, representa una incidencia aproximada de 1 millón de casos.

El Dr. Jorge Alió, oftalmólogo y presidente de la fundación que lleva su nombre explica que “es un típico defecto cuya solución va vinculada a la precocidad del diagnóstico, de ahí la importancia de hacer un seguimiento de los niños, idealmente, antes de los 6 años”. La ambliopía tiene una fase crítica tras la cual la recuperación no es posible, por lo que constituye un verdadero problema para la población, incrementado por el hecho de que las personas con ambliopía unilateral –en un solo ojo- tienen una incidencia mayor de ceguera. “Las ambliopías que se diagnostican antes de los 6 años, en general pueden tratarse con éxito, entre los 6 y los 8 sólo el 20% se tratan con éxito y pasados estos años no se tiene éxito en el tratamiento”.

Además, no debemos olvidar que se trata de un problema que traspasa los límites de la medicina, afectando al entorno del paciente. Según un estudio sobre los efectos psicológicos y sociales, la ambliopía repercute en la autoestima, el trabajo, el colegio y las relaciones personales. Por ello, “la sociedad, y especialmente los padres, deben concienciarse de la importancia de someter a sus hijos a revisiones periódicas de la vista”, afirma Jesús Muñoz, óptico-optometrista de ALAIN AFFLELOU.

Normalmente, un niño no puede indicarnos que ve mal, ya que, a edades tan tempranas, no suelen identificar lo que les pasa. Por eso, “hay que tomarle la visión, comparar un ojo con el otro, hacerle pruebas cruzadas y, de esa manera, diagnosticarlo”, indica el Dr. Alió.
Las revisiones son una manera importante de detectar la enfermedad, pero además, existen síntomas y riesgos que pueden hacernos pensar que es posible que nuestros hijos padezcan ambliopía. La historia médica familiar de los pacientes es una de ellas, ya que “tienen más riesgo de padecer ambliopía los niños que sufren estrabismo, llevan gafas o tienen problemas vinculados a cataratas o a otros defectos del ojo, aquellos cuyos padres tienen una alta graduación o tienen antecedentes familiares con problemas de vista”, explica Alió.

“Desviar un ojo, mirar a la pizarra o a la televisión de lado, dolores de cabeza o visión borrosa son algunos de los síntomas que nos pueden hacer sospechar que nuestro hijo sufre ambliopía”, afirma Jesús Muñoz, de ALAIN AFFLELOU. “Además, si parpadea o se frota los ojos con frecuencia, guiña los ojos al mirar el encerado, se acerca o se aleja mucho del libro para leer, sigue los renglones con los dedos o es incapaz de juzgar las distancias correctamente, debemos alertarnos y llevar a nuestros hijos a un especialista”.