Olvídate de la talla única para las gafas de tu hijo

12 de marzo de 2019

¿Sabías que, en los niños, el tamaño de gafas es tan importante como la graduación? Si tu hijo está usando un par de gafas que son demasiado grandes, o pequeñas para su cara, es posible que no cubra bien el campo visual. Y lo que es peor aún, hay muchas probabilidades de que no esté a gusto con sus gafas y sea reacio a usarlas.

Al dimensionar las monturas de los niños, hay que tener en cuenta que hay niños con una anatomía facial más grande que otros a pesar de tener la misma edad. No hay ningún estándar que valga para todos, simplemente depende del niño.

Por ello, aunque tu hijo no haya cambiado la graduación, es conveniente que cambies las gafas periódicamente para que se adapten a su fisonomía.

Te aportamos algunas consideraciones que explican ese cambio periódico de gafas:

  • La cabeza humana tiene un crecimiento promedio de unos 3 cm por año.
  • A los 10 años, normalmente la cabeza de un niño ha alcanzado el 96% de su tamaño adulto.
  • A los 13 años, los ojos de un niño tienen ya su tamaño completo.
  • Dependiendo de su edad y tamaño, algunos niños pueden utilizar cómodamente monturas de adultos.

Por eso las gafas deben renovarse, aunque la graduación del niño sea estable durante años. La realidad es que los niños crecen continuamente (si no, recuerda esos pantalones que le compraste hace un mes y ya le van pequeños) y las gafas deben crecer con ellos. Sobre todo, es muy importante que cubran todo el campo visual.

¿Qué aspectos hay que tener en cuenta cuando se elige el tamaño de gafas?

Algunos elementos a tener en cuenta a la hora de adaptar las gafas al crecimiento de los niños son los siguientes:

Tamaño

Lo esencial es que la montura no limite el campo visual del niño. Igual de problemático es un tamaño de gafas demasiado grande que una montura demasiado pequeña. Los ojos del niño deben estar ajustados tanto en el plano vertical, como horizontal y las gafas deben quedar a la altura de las cejas

Si no está ajustada la montura al tamaño de la cabeza del niño, puede producir efectos prismáticos, así como otros efectos que limitan una adecuada evolución en la agudeza visual de tu hijo.

Por eso, aunque la graduación no cambie, sí lo tienen que hacer el tamaño de gafas para evitar estos problemas.

 

Puente

La mayoría del peso de la montura de las gafas del niño recae en la nariz. Por eso es fundamental elegir una montura que se apoye bien en la misma, evitando que resbale, o que dañe la cresta nasal, impidiendo su correcto desarrollo y crecimiento.

Según el niño crezca lo hará también su nariz y puede ser necesario cambiar el tamaño de las gafas para que el ajuste sea correcto.

Varillas

Las varillas también tienen que adaptarse al crecimiento del niño y a su cara. Si son demasiado largas, las gafas resbalarán y si son muy cortas, las pestañas tocarán la lente, empañándola. Tienen que tener también la curvatura adecuada siguiendo la forma de la oreja, pero sin deformarla.

Si tu hijo lleva gafas, no solo se trata de elegir la montura que le siente mejor y olvidarte del tema. Cada cierto tiempo tienes que asegurarte de que las gafas siguen siendo las ideales para el tamaño de tu hijo.

Si tienes alguna duda sobre la correcta elección de la montura, no dudes en preguntar a tu óptico, él te recomendará la montura que mejor se adapte a tu hijo y que garantice su salud visual.